miércoles, 13 de noviembre de 2013

RECONOCER UN ERROR

En algún momento, nos llegará el día en que hemos cometido un error grave, pero, a pesar de la vergüenza que podamos sentir, no debemos huir de la responsabilidad ni ponernos agresivos o defensivos cuando otros nos hagan una observación al respecto; nuestra meta deberá ser, en ese momento, tratar de reparar el daño de la forma más digna posible. Muchas personas creen que reconocer un error puede ser una señal de debilidad y que, además, puede representar la posibilidad de perder el respeto por parte de los seres queridos… ¡No es así! Definitivamente, el admitir que nos equivocamos nos merece el aprecio y la estima de ellos, especialmente si nos ven hacer el esfuerzo para superarlo y no repetirlo. Asumir nuestros errores nos permite crecer y madurar internamente. Además, todas las equivocaciones son una oportunidad para aprender algo nuevo acerca de nosotros mismos, de los demás y de la vida.

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